Océanos ecapsulados por hielo: el nuevo protagonista en la búsqueda de vida extraterrestre

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Una de las muchas dificultades a las que astrobiólogos y otros buscadores de vida fuera de la Tierra deben enfrentarse es al hecho de que nuestra única muestra de vida en el universo es la de nuestro planeta. Hasta ahora la hipótesis de mucho era que la vida en la Tierra podía tener algo de excepcional, pero un grupo de investigadores cree que puede que, después de todo sea en planetas similares al nuestro donde debamos buscar.

Regreso a las (Súper)Tierras. Peses a que la lista de exoplanetas descubiertos en nuestra galaxia siga creciendo (ya van más de 5.000), el número de los que pueden albergar agua líquida y por tanto vida es limitado. Sin embargo un grupo de astrónomos ha encontrado un contexto que implicaría que esta posibilidad está más extendida de lo que creíamos.

La clave estaría en los océanos de las llamadas supertierras, planetas rocosos más grandes que el nuestro pero no tan grande como los gigantes helados, los llamados sub-Neptunos. Estos planetas podrían haber logrado mantener su agua gracias a estar lo suficientemente fríos en su superficie como para evitar su evaporación pero a la vez mantener una presión y temperaturas adecuadas para mantener capas de agua líquida bajo el hielo.

Esto implica que cientos de planetas donde el agua líquida había sido descartada podrían albergar este compuesto en su interior. Las supertierras abarcan una fracción significativa del total de exoplanetas detectados por el ser humano, ahora sabemos que muchas de ellas podrían tenerlo relativamente fácil para albergar las condiciones necesarias para la aparición de la vida.

El agua en la Tierra y fuera de ella. El agua es relativamente abundante en nuestra galaxia pero solo una pequeña fracción de ella se encuentra en estado líquido. En nuestro propio sistema solar tan solo hace unos pocos años que descubrimos la existencia de agua en este estado en las lunas heladas de los gigantes gaseosos, Júpiter y Saturno (si bien podrían no ser las únicas).

En nuestro planeta la existencia de agua líquida se debe a que nos encontramos a una distancia apropiada de nuestra estrella, la zona habitable, caracterizada precisamente por permitir esto. Sin embargo que el agua líquida se mantenga en la superficie de un planeta no es tan fácil. Marte perdió su agua líquida hace millones de años presumiblemente como consecuencia de los vientos solares que se la llevaron consigo,

En nuestro planeta es la magnetosfera la que ha evitado a lo largo de miles de millones de años que esto no ocurra. Es por eso que hasta ahora los astrobiólogos creían que eran las lunas de los planetas gigantes las más propicias para albergar agua. En ellas el agua líquida se forma no por proximidad a la estrella, sino por las fuerzas de marea, y es una capa de hielo la que portege al océano, no necesariamente una magnetosfera.

Una aproximación diferente. Existe sin embargo una tercera vía, intermedia en cierto modo, la de las supertierras. En un trabajo reciente, un equipo de astrónomos creó un modelo que demostraba cómo estos planetas podía albergar agua líquida con cierta facilidad.

Existen dos principales factores que interactúan para permitir que se de esta situación. El primero es la interacción entre una superficie planetaria fría que permita la aparición de una capa protectora de hielo y actividad geológica capaz de derretir el agua más cercana a la roca. El segundo es el hecho de que la presión a la que se ve sometida el agua afecta al punto de fusión del agua, es decir, la temperatura a la que se derrite o congela.

Lasania Supertierras Las supertierras podrían albergar océanos encapsulados entre capas de hielo. Ojha et al. 2022

Una lasaña de agua y hielo. El modelo planetario propuesto contaría con un núcleo rocoso que irradiaría calor, generando una pequeña capa de agua líquida. Sobre ella, varias capas de hielo cálido pero aún congelado gracias a la gran presión.

Estas capas de hielo podrían albergar grietas o chimenesas por las que el agua líquida del fondo ascendería hasta la siguiente capa: el océano del planeta, océano protegido por una nueva capa de hielo, esta más semejante al que podemos encontrar en la Tierra, frío y a baja presión. Los investigadores explicaron al detalle su hipótesis en un artículo publicado hace unos meses en la revista Nature Communications.

Un planeta sin parangón. Aún estamos lejos de saber cuál es la frecuencia con la que la vida se ha abierto camino en distintos lugares de nuestra galaxia (no digamos ya fuera de ella). Es por eso que resulta muy difícil vislumbrar si la circunstancia de nuestro planeta es excepcional o común.

Aún asumiendo que la vida en otros planetas sería semejante a la vida en el nuestro (al menos a nivel bioquímico) seguimos sin saber exactamente qué proporción de planetas y satélites cumplen con las condiciones necesarias para albergarla.

Es por eso de gran importancia para los astrobiólogos conocer con detalle si en nuestro vecindario más cercano se dan o se han dado las condiciones necesarias para la vida, ya sea en Marte o en cualquiera de las numerosas lunas heladas de nuestro sistema solar. También harán falta trabajos teóricos que nos ayuden a concretar los lugares en los que primero debemos mirar.

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Imagen | Jeancarlosptino, CC BY-SA 4.0

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